Cuando heredamos la finca de mis abuelos, Sara y Juan Enrique, hace ya 22 años, decidimos recuperar esta casa del siglo XVI y convertirla en un hotel rural manteniendo su esencia de lloc menorquí. La casa y sus terrenos pertenecen a la familia desde hace 5 generaciones, y su uso agrícola y ganadero pervive hasta hoy.

Queremos que las personas que nos visitan conozcan la cultura menorquina, por lo que intentamos acercales a nuestro producto local, a nuestra artesanía y a nuestras costumbres. Y para que esto siga siendo posible, decidimos cuidar de todo ello apostando por la sostenibilidad.

Para nosotros, todo ello significa aunar prácticas tradicionales con la tecnología que nos permita llevar a cabo un consumo responsable. Nuestra mayor apuesta es por el producto local, por lo que trabajamos con las fincas agrícolas cercanas al hotel para poder ofrecer desayunos y comidas elaborados con productos de proximidad y fomentar así la economía circular. Además, hemos implementado políticas de eliminación de plásticos y consumo energético eficiente de electricidad y agua.