Un proyecto recién nacido pero con más de un siglo de historia. Josep Sastre forma parte de la cuarta generación de Can Sastre, una casa familiar situada en el casco antiguo de Ciutadella que ha sido convertido en un hotel boutique lleno de personalidad.

En Can Sastre se fundó la pastelería ‘La Sin nombre’ 1862, y un siglo y medio más tarde se mantiene intacta su entrada, el mostrador e incluso los utensilios y la maquinaria que formaron parte de la pastelería que ahora es la recepción del hotel. Visitar Can Sastre se convierte en una dulce y especial experiencia. La familia Sastre ha querido conservar el valor familiar del edificio respetando los muebles antiguos, la decoración, los azulejos e incluso parte de la distribución de lo que era la casa, proporcionando un ambiente cálido y acogedor a todo el que entra. Can Sastre está impregnado de historia y así lo demuestra la ‘Vitrina de los recuerdos’ donde tienen expuestas herramientas y objetos de generaciones pasadas.

Can Sastre tuvo claro desde el principio querer trabajar por la sostenibilidad y para ofrecer el mejor servicio con el mínimo consumo e impacto sobre el entorno. La apuesta por las energías limpias con sistemas de aerotermia, el producto local y la implicación con el pueblo de Ciutadella le hacen ser, además de encantador, sostenible y con un gran valor añadido.